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Aclaraciones sobre el visual-kei II: Compañías, bandas y fans.

Aclaraciones sobre el visual-kei II:
Compañías, bandas y fans.

La mayoría de lo aquí expuesto está basado en una (polémica) entrevista realizada a "SATOH-san", un productor de visual-kei que decidió revelar algunos secretos de la industria [original en inglés en Tokyo Damage Report].

En el artículo anterior, diríase que apenas esbozamos la forma del visual-kei como movimiento, definiéndolo y mencionando algunos de sus precursores. Sin embargo, faltó hablar de las tres fuerzas que lo componen: Las compañías disqueras y/o productoras, la banda, y las fans.


Labels y fans.

Las compañías disqueras de visual-kei son las dedicadas a reclutar, entrenar, producir y promocionar a los integrantes de una banda, y sólo con su respaldo se puede prosperar en el mercado reducido y controlado al que apuntan: la población joven, en su mayoría escolares, que se convirtieron en importantes consumidores gracias a la prosperidad económica japonesa y al aumento de los productos y servicios destinados a la satisfacción del ocio. Y no son 'todos los jóvenes', sino en su mayoría chicas que se sienten atraídas hacia los círculos más underground, ya sea en música o vestuario, y que en definitiva, buscan un escape más fantasioso. Más allá del brillo y de la belleza de los idols, el glamour delicado de las modelos, o las canciones que suban el ánimo cantando de amor, amistad y felicidad; algo que se acople tanto a su necesidad de sentirse comprendidas como adolescentes (con temas depresivos, aludiendo muchas veces a la muerte), como a la de soñar con un romance ideal de shôjo manga.

Fans en Harajuku.


GACKT y Mana. Suave fanservice.


"SATOH-SAN: Tradicionalmente, las bandas visual kei son bastante sensuales pero no se suponen que tengan un género -no son hombres o mujeres. La idea es dar a las fans una banda de criaturas andróginas, etereas, mágicas.

ENTREVISTADOR: Así que no se suponen que sean sexy.

SATOH-SAN: No, son sexys, pero no existen en el mismo universo que las fans. No tienen clamidia, no se preocupan por manutención, no tienen novias ni son padres. No tienen una van apestosa. Las fans no quieren pensar en eso! Quieren un sueño (no un hombre o una mujer), quieren un ser superior, una búsqueda por un cuento de hadas. Es por eso que ponemos todo ese maquillaje y peinados. No se trata sobre las guitarras" .

Sin embargo, la tarea de crear una ilusión no es tan fácil. Por ello, aunque las fans se organicen de forma independiente a las disqueras (creando grupos que se reúnen antes de los conciertos, haciendo cosplay, o atacando a las fans de otros grupos rivales), son éstas las que controlan la relación que mantienen las chicas con la banda.

"E: ¿Puedes hablar de la forma en que la disquera crea una pared entre la banda y las fans?

SATOH: No pueden tomar fotos (si tomas tus propias fotos, no podemos venderte fotos), no se graban sonidos (lo mismo), no se habla a la banda (salvo en tiendas donde tienes que comprar algo!).

E: ¿Por qué es eso? Quiero decir, algunas de esas bandas tienen poco tiempo, ¿no podrían usar la publicidad de las fotografías de fans o de las grabaciones en un principio?

SATOH: Mantener la fantasía intacta es la mayor prioridad. Si no hay imagen, no hay fantasía, la banda nunca crecerá.

E: ¿Quieres decir que si los chicos le hablan a las fans, y dejan escapar que están trabajando medio tiempo, o que viven de ramen y pachinko, será difícil para las fans imaginarlo como un vampiro inglés bisexual del siglo 17?

SATOH: ¡Entiendes este fenómeno muy bien!

E: Así que, básicamente el asunto es, cuanto más frustradas sexualmente se sientan las adolescentes, más dinero gastarán".

Pero no todas las fans sienten la frustración de no poder conocer nunca, personalmente, a su integrante favorito. Debido a que los conciertos de toda banda visual-kei antes de ser major, son bastante reducidos, muchas veces los productores conocen los nombres de algunas fanáticas, y las invitan a fiestas privadas (mientras no sean menores de edad o parte de las 'malas fans'). Ahí, la banda juega el mismo rol de un "host", esto es, conversan con ellas, las seducen, y logran que éstas les den beneficio económico: gastarán más dinero en cosas de la banda y la promocionarán, con tal de poder volver a verlos en privado.

"E: ¿Cómo hablan las bandas sobre las fans, en privado?

SATOH-SAN: Diría, nos reímos mucho. Siempre es un juego de "¿quién tiene la fan más rara?"

E: ¿Ven a las fans como sexys, perdedoras o simplemente raras?

SATOH: ¡Ambas! Depende de la fan, verdad? Pero algunas veces los músicos se enamoran de la fan. Una cosa es cierta: es una frustración constante. En el principio las bandas quieren fans, y harán lo que sea por tenerlas. Una vez que la banda se hace más grande, comprenden que las fans no son realmente inteligentes o interesantes -no quieren hablar de nada salvo de la banda, no tienen vida independiente, y pueden ser at4erradoras y agresivas. Así que es como una catch-22 (*trampa) para la banda. Es una pelea de por vida para encontrar las fans perfectas! Ese inexistente grupo en medio.

E: ¿Entre ignorar la banda y obsesionarse?

SATOH: Sí !
___

"E: Qué banda es conocida por tener las fans más maníaticas y violentas?

SATOH: La mayoría de las bandas tienen unas fans extremas. Pero una banda con 'malas fans' -ese es un título que cambia cada año. Mirage, Malice Mizer, Kuroyume
son algunas bandas que se me vienen a la mente".





KUROYUME e HIDE (X-Japan).
Precursores del boom del visual-kei.


MALICE MIZER. Una de las bandas que llevó al visual-kei al mainstream.




La banda.

SATOH: En el principio, una de las cosas que consideraba más irónicas, eran esos integrantes de las bandas: esos chicos de la calle que hablaban rudo, interpretando esos roles bien femeninos y andróginos que salían directo del shojo manga.


La compañía no sólo controla a las fans, sino también a la banda. Si bien en entrevistas aparentan ser un grupo de amigos que se reunió de modo independiente para hacer la música que amaban, esto no es más que parte de la visión idealizada que se vende a las fans. Son las compañías que reclutan a estos chicos, los entrenan musical y estéticamente, los seleccionan para determinada banda/concepto, y así comienzan. Algunas veces, las bandas no són más que un testeo, para ver quienes tienen mayor talento y desplante, y es por ello que muchas se disuelven al poco tiempo o cambian de integrantes con frecuencia. O a veces, los productores asisten a presentaciones en vivo de un grupo, y luego reclutan a un integrante (razón por la cual Kisaki abandonó a los ahora integrantes de Dir en grey).


SATOH: "Esos chicos son realmente jóvenes cuando se incorporan - 17, 18 años. Porque nadie con experiencia en la industria firmaría un contrato con una disquera Visual ! Un chico típico es un ex-bosozoku o ex-chinpira, alguien que dejó la escuela. No todos son delincuentes, pero todos son de familias pobres o de clase trabajadora. No necesariamente aman el visual glam, pero realmente les gusta el rock and roll, y creen que sería emocionante ser un rock star. Quieren aprender a tocar guitarra, básicamente ! También, ya que este es de los 90 que estamos hablando -el visual es popular. Comparado a las bandas punk o rockabilly, el visual parece el camino al éxito, ser famoso en poco tiempo. Creen eso porque el visual es popular en las revistas y en los ranking de radio (pero las revistas son impresas y los rankings son comprados por las compañías que crean este mito)".



Una vez seleccionado, es probable que el chico no sea elegido inmediatamente para formar una banda, por lo cual se desempeña en otras labores, ya sea como empleado de la compañía (labor a la que muchos, una vez acabado el tiempo de vida máximo de su banda, deben regresar), o como roadies de otros grupos (técnicos de sonidos, por ejemplo). Así, se forman "cadenas de roadies": Por ejemplo, los asistentes de KUROYUME formaron DIR EN GREY, y los de éstos, THE GAZETTE (cabe mencionar que Gara, de MERRY, también fue roadie de DEG); o como KAMIJO (LAREINE) fue un roadie de MALICE MIZER.


Si logra avanzar y pasa a ser seleccionado para una banda, poco decidirá del concepto o la imagen que ésta tendrá. Aunque, claro, esto podría cambiar dependiendo de la compañía y la experiencia de los integrantes.

"SATOH-SAN: Cada banda tiene un concepto, su propia historia. Lo que no tiene que ver con la música, claro, pero se expresa en disfraces, diseño gráfico, y lo más importante, las letras. Así que tendrás la banda vampírica, la banda zombie, la banda nobiliaria decante francesa, y así"

BOU. Ex-integrante de AnCafe.

VELVET EDEN.


Al estar bajo la protección de una compañía, es probable que se tenga éxito (ya sea por etapas, pasando de banda en banda, o en un golpe de suerte), pero al estar de modo independiente, se está destinado al fracaso. Las productoras, si no te reclutan, ahogarán toda posibilidad de surgir fuera de su campo de influencia. Por ello, los integrantes de una banda poco o nada tienen de responsabilidad en el proceso creativo, o en la forma de manejo de sus relaciones públicas o privadas.


"SATOH-SAN: Las compañías planean tu vida. Son tu familia. Les toma años y dinero construir tu fanbase. Es una gran inversión - avisos de radio, sesiones de fotos, artículos de revistas, vestuario, tiempo en el estudio, y así. Así que lo menos que puedes hacer por ellos es quedarte quieto y no mover el bote!
"La regla de no tener novias es una regla en cualquier industria en que se venda más imagen que música"

Pero, ¿son todos un mero producto de mercadeo?

"SATOH-SAN: Diría que siempre hay un chico de la banda que realmente está enfocado en esa música, y siempre se viste de una forma gótica, glam. Pero los otros usarán zapatillas y pantalones de buzo. Depende de la compañía, en verdad..."


Es por ello que, aquellos de verdad abrazan el estilo, no tardan mucho en convertirse en productores y poder, así, moverse con más libertad. Siempre, claro, en amistad con las otras compañías, pero ésta vez, teniendo el control de los conceptos y de la música. En este nivel podemos encontrar a los ya patriacas del visual-kei, partiendo por YOSHIKI, y siguiendo por otros como MANA (Midi:nette, además de su marca de ropa Moi-même-moité basada en el Elegant Gothic Lolita que se masificó gracias a su influencia), KAMIJO (Artist society) o KISAKI (Matina, Undercode).


MANA.

KAMIJO.

KISAKI.

Sin embargo, hay muchos -la mayoría-, que una vez logrado el éxito y firmando un contrato con una disquera major, abandonan el visual-kei. Este estilo, pues, muchas veces no es más que un "puente" del anonimato a la fama, un estado de aprendizaje entre ser novatos y ya conocer la industria musical, de jugar a una fantasía a poder tocar la música que realmente ambicionan, llegar a la gente con el mensaje que de verdad desean entregar.

"SATOH-SAN: Pero déjame decirto algo muy importante. Las bandas visual -cuando comienzan- tienen grandes peinados y disfraces, pero no es usualmente eso lo que querían hacer. Quieren ser famosos y tomar rock, sí, pero los trajes y el maquillaje es una carga para ellos. Sólo algo para atraer fans, algo desesperado. Tan pronto como crecen, pierden todo eso. Además, quieren que la gente aprecie la música, no sólo su look".


No es extraño, pues, que muchas bandas reniegen de su pasado de visual-kei, o que algunas logren conservar apenas vestigios de lo que antes era un pesado maquillaje y elaborados trajes. Basta con ver los primeros trabajos de bandas como DIR EN GREY, MUCC, 12012 o THE GAZETTE, y compararlos con los más recientes.

Pero entre aquellos que se afirman en este estilo y los que emigran, también están aquellos que se realizan sólo en él, agotando todas las expectativas que le ofrece: así, disuelto el grupo, emprenden la tarea de un 'vida normal' fuera de los escenarios. Pero, por suerte, también están aquellos que trabajan por renovar el estilo, separándose de la mera repetición que asegure el éxito.


"MIYAVI: Sabes, comencé con mucha influencia del Visual-kei. Sentí que me liberaba, de alguna forma, cuando me acerqué por primera vez a esa cultura. Pero mientras pasaba el tiempo, me di cuenta que la gente comenzaba a tener una imagen particularmente negativa porque era notado simplemente como "visual-kei", y me restringuía mucho. Así que lo que estoy tratando de hacer es algo que me deje salir de la imagen tan predispuesta del Visual-kei en sí mismo. Así que lo llamé NEO VISUALIZM"


MIYAVI.




En una introducción a la entrevista a SATOH-SAN, se afirma que "Las mejores bandas estuvieron entre el 93 y el 99. El boom (siendo esto, bandas participando en programas de entrevistas diurnos y en las revistas más vendidas), fue entre el 97 y el 99. El visual no se expandió al extranjero hasta el 2000, después de esa fecha estaba casi acabado por completo en Japón." Creo que es algo muy cierto. El Visual-kei sigue generando bandas hoy, y seguramente hoy con la ambición de entrar a un mercado internacional que, de a poco, se interesa en la música japonesa.

En el caso de Chile, y creo, de todo Occidente, el 'boom' de la música nipona se debió al visual-kei. Sí, antes el pop y el rock hicieron una parte (especialmente X-Japan y L'arc~en~ciel), y otra mayor la influencia del anime y de los juegos de baile (que incorporaron el para-para y canciones eurobeat). Pero la atención se volcó más pronunciadamente ante este estilo, tan nuevo y estrafalario, con unos marcados matices de asexualidad, cuyos precedentes no eran claramente occidentales como muchos podrían esperar. Una vez leí de un artista nipón decir que el Visual-kei era el único estilo propiamente japonés, y quizás sea cierto: he ahí su mayor arma, su novedad. ¿Pero cómo, si antes dijiste que lo influenció el Glam, y toda la cosa? Obvio, todo emerge de corrientes anteriores, y ésto no le quita ni un ápice de originalidad.

Aún así, no estamos ya en el momento de apogeo del visual-kei. Una vez más, como puente, las fans internacionales abandonan cada vez más el visual-kei ante el descubrimiento de la amplísima oferta musical japonesa, e incluso asiática en general. Sin embargo, ha logrado ya algo importante: hacer un poco más concientes a los japoneses del interés puesto en su música más allá de sus fronteras, haciendo más tentadora la idea de romper este encapsulamiento, tan propiamente insular. Y es que, a pesar de influenciar marcadamente a todo el Lejano Oriente (Taiwán, China, Singapur, Filipinas, Tailandia, Corea...), los japoneses nunca se han esforzado en promoción. Resulta increíble pensarlo del segundo mercado musical más grande del mundo, precedido sólo por los Estados Unidos. Más increíble aún que, el visual-kei, una corriente underground que ya mueve poquísimo dinero, y a la que los mismos japoneses ya ni prestan atención, haya sido la que promoviera un cambio y lograra, casi ella sola, los primeros conciertos en Occidente.

Es bastante interesante el analizar un poco más el Visual-kei, y si bien se podría escribir muchísimo más, creo que hasta aquí quedaré yo. Espero les haya gustado ;)



Fuentes.

TOKYO DAMAGE REPORT, Interview with an ex-Visual Kei record executive. 1 de Marzo, 2010.
NEUMANIA, Interview with Miyavi! 28 de Mayo, 2010.

22:14

Soshokukei Danshi (そうしょくけいだんし): hombres herbívoros.


“…hombres altamente conscientes de la moda y de su aspecto físico (cuidan de su peso para verse delgados y usar ropa ajustada), ahorradores empedernidos, apegados a sus madres, y sin mayor interés en tener una novia (prefiriendo muchas veces el tener amigas)”, están cambiando Japón: Bienvenidos, soshokukei danshi."
-- Por Akane Sakurai.



Sin duda, el año pasado el término de moda fue el de hombres “soshokukei” o herbívoros, como contraparte de los “nikushokukei” o carnívoros. Acuñado por Maki Fukasawa, ganó rápidamente popularidad, llegando a publicarse algunos libros como Soshokukei Danshi Ojo-man Ga Nippon wo Kaeru o algo así como "Los hombres herbívoros afeminados están cambiando Japón", por Megumi Ushikubo.


En éste se describe a estos hombres como altamente conscientes de la moda y de su aspecto físico (cuidan de su peso para verse delgados y usar ropa ajustada), ahorradores empedernidos, apegados a sus madres, y sin mayor interés en tener una novia (prefiriendo muchas veces el tener amigas) o formar una familia. Una sociedad con altibajos, pero aún así con suficiente bonanza económica como para dedicar parte importante del ingreso al ocio y al entretenimiento, ha propiciado la aparición de los “herbívoros”, como también una negación al modelo masculino anterior: contrarios a la generación del baby-boom, del arduo trabajo asalariado y de los matrimonios arreglados, este “nuevo tipo” de hombre se muestra reacio a formar una familia, y posee una mirada algo decepcionada de sus expectativas laborales. Y no es un fenómeno aislado o minoritario: Se estima que el 60% de los hombres entre 20 y 34 años caen, de una forma u otra, dentro de esta categoría.

Fukusawa, quien acuñó este término, se refiere a ellos de la siguiente forma: “Me siguen preguntando si son como los fanáticos nerd de computadoras, o los hombres que compran uniformes escolares de chicas. No lo son. Somos budistas, y la idea de ser "come pasto" es que eres más espiritual. No es sólo el opuesto al carnívoro. Significa que no están tan interesados en cosas físicas o en relaciones físicas". Añade significativamente que “cuando más los estudias, más piensas que ellos son realmente los que son más consistentes con el Japón tradicional, anterior a la guerra. Fue la generación de la economía en alza que fue ultra-competitiva y quienes fueron, quizás, los extraños”.

Y es que las características andróginas masculinas no son un fenómeno nuevo en Japón. La belleza masculina se relacionó desde antaño a una similitud con los rasgos femeninos, como en el teatro kabuki, o “durante el periodo Edo, cuando algunos chicos se sabe fueron criados como chicas, vestidos en kimono (aparentemente debido a una conocida creencia de que el hacer esto guiaría un desarrollo saludable), como afirma Masahiro Morioka, autor de "Soshokukei Danshi no Ren-ai Gaku” (o "Una guía para las relaciones con chicos herbívoros"). A esto podríamos añadir la popularidad de que aún gozan los actores onnagata, aquellos dedicados a interpretar papeles femeninos en el teatro kabuki –especialmente el taishu engeki-, y de los cuales Taichi Saotome y Daigoro Tashibana son mejor ejemplo.


Taichi Saotome. Onnagata.


Soshokukei idol.

Los Soshokukei Danshi también se encuentran en el mundo de los idols, precisamente en aquellos que hoy gozan de mayor éxito. Grupos idols como Arashi y NEWS representan la consolidación de esta nueva masculinidad. Ohno Satoshi, por ejemplo, afirma relajadamente que su madre le compra la ropa, mientras Ninomiya Kazunari parece no tener muchos intereses además de los videojuegos. Alejados también del ideal de “playboy” o de “player”, idols como Koyama Keiichiro afirman tener muy buena relación con su madre, al igual que Yamashita Tomohisa (quien adoptó el apellido de su madre como nombre artístico, ya que realmente se llama Aoki Tomohisa). A pesar de ser seguidos constantemente por las fans y por las revistas de farándulas como Friday, además de la presión de la compañía por no tener públicamente ninguna novia antes de los 30 años, algunos idols raramente han tenido rumores respecto a alguna relación, consolidando así su fama de herbívoros. Es decir, un idol joven es bien recibido si se muestra como un soshokukei.

A lo anterior podemos añadir la frecuencia de encuestas como "¿Qué idol se vería mejor con ropa de mujer?", o cómo el decir que "es tan bello como una mujer" es un verdadero -e incómodo- halago. Si bien algunos lo disfrutan (como Tegoshi Yuya, por ejemplo, que se divierte haciendo cosplay de chica), otros prefieren ser catalogados como "kakkoi" (cool/guapo) en vez del "kawaii"(lindo/adorable) que siempre reciben estos chicos lindos o bishônen. Aún así, todos son arrastrados -de una u otra forma-, a hacer poses o decir frases adorables o que insinúen alguna relación con los otros integrantes, en el obligado "fanservice" que arranque los gritos de las fans (expresado en la onomatopeya "kya~").



Tegoshi Yuya (NEWS) haciendo cosplay de escolar en una presentación en el Tokyo Dome.


Idols: ¿Eres herbívoro o carnívoro?, TV PÍA. (click para agrandar)



Nueva actitud.

Más allá del mundo del entretenimiento japonés, los herbívoros están en el día a día, y desde ahí han adquirido presencia tal que hoy son estudiados como un fenómeno social. Relacionados con la moda y la apariencia, lo que podría parecernos superficial, están conectados con una identidad propia que desdeña los moldes impuestos por la sociedad, ya sea en el trabajo o en las relaciones amorosas (vinculándose más estrechamente con la asexualidad). Por su carácter reciente, es un término ambiguo, pero que poco a poco se define como una nueva actitud masculina frente a la vida y al rol que asume el individuo en una sociedad tan dinámica, tradicional y moderna, como la japonesa.


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Fuentes.

DELVES BROUGHTON, Philip. The rise of Japan's girlie generation. Times Online. Artículo online disponible en: http://www.timesonline.co.uk/tol/life_and_style/men/article6903043.ece

OTAKE, Tomoko. Blurring the boundaries. Artículo online disponible en http://search.japantimes.co.jp/cgi-bin/fl20090510x1.html


1:02

El fenómeno “idol”: Johnny’s y belleza masculina en el Japón contemporáneo

El fenómeno “idol”: Johnny’s y belleza masculina en el Japón contemporáneo.
- Por Akane Sakurai.


Nota preliminar: Este artículo es una especie de resumen de una investigación más completa que realicé para un seminario de Historia de Japón. Si, estudio Historia, y aunque moría un poco por incluir algunas citas de artículos académicos, opté por simplificarlo un poco. Y sí, sé que los idols no son exclusivamente Johnny’s, pero son más que representativos del fenómeno.
Publicado originalmente en Gaijin Zone.




Para quienes escuchamos música asiática, especialmente japonesa, el término "idol" resulta bastante familiar. La primera imagen que vendría a la cabeza de muchos sería la de una cantante pop, vestida a la moda y mostrando la más kawaii de sus poses adornada por una sonrisa deslumbrante, tan estudiada como los movimientos que acompañarían su pegajosa canción. Bastaría con ver el éxito de estrellas ya consolidadas como Ayumi Hamasaki para no dudar en considerar a las idols un "fenómeno", que se ha expandido hace bastante ya por todo Asia, adquiriendo características propias de cada país (muy distinta es una Hyori Lee a una Rainie Yang). Pero, ¿nos referiríamos a un fenómeno sólo en términos de ventas y marketing? Bueno, es cierto que el dinero marca la pauta, y un idol vende. Pero no vende sólo un hit: por sobretodo, un idol se vende a si mismo, en tanto imagen, personalidad y talento. Por ello, el hablar de un "fenómeno" remite a razones más profundas, arraigadas en la sociedad que los produce, eleva y confirma como modelos a seguir.

Belleza, actitud, carisma, la forma de desplazarse en distintos escenarios (conciertos, eventos promocionales, entrevistas,...) y de demostrar un amplio espectro de talentos (uno más explotado que el otro), definirán el éxito del idol. Si bien era la idol, la joven de aspecto inocente que era reclutada por programas de televisión, la que dominó el entretenimiento japonés hasta entrados los '90, el éxito arrollador que tuvo SMAP de la mano de Kimura Takuya (aún hoy uno de los idols más queridos y ‘rey del ráting’), dividió el escenario para dejar pasar a una nueva generación de idols hombres, entrenados por la agencia Johnny's Jimusho.


¿Johnnys?

Kitagawa Hiromu, conocido como Johnny Kitagawa (79), nació en Estados Unidos, pero muy joven se embarcó a Japón con el proyecto de producir cantantes. Poco a poco, creó grupos como Four Leaves, y lanzó al estrellato a artistas como Go Hiromi (quien dejó la compañía) o MATCHY (Masahiko Hondo, que cumple ¡30 años desde su debut!). Con la creación de Shonentai, Hikaru Genji y Shonentai, los Jyannis comenzaron a tener presencia en el escenario musical de los ‘80s, pero no fue hasta el apabullador éxito de SMAP que el convertirse en un “Johnny’s” significó transformarse en un hombre ideal, un idol: Capaz de cantar, bailar, actuar, y animar programas de televisión con una personalidad entrenada para ser carismática y atractiva para el público infantil- juvenil que ya tenía presencia en Japón como importante consumidor. No se trata de ser excelente en todo, sino de saber qué explotar y cómo.



Hikaru Genji. 1985 - 1995.



Otokogumi.



Shonentai. 1985 - presente.


SMAP es el mejor ejemplo: Luego de un pobrísimo debut, su desplante en televisión les dio fama suficiente como para poner el nombre de Kimura Takuya en el cast de un dorama (vale recordar que el idol nace con la televisión, y a es a través de esta plataforma que puede lograr fama). KimuTaku, como es apodado por sus fans, no fue sino el claro ejemplo de un nuevo ideal de belleza que se imponía en Japón: Hombres que son admirados porque –diría el académico James Robinson- “son estéticamente agradables y cargados de erotismo”. Sútil, amable, gracioso, adorable, vestido a la moda… muy lejos estaba de los salary-man (hombres de oficina) fríos, distantes y huraños, de trajes grises y aliento a sake, sobre cuyos hombros se había levantado la fortuna nipona.


SMAP.Katori Shingo, Nakai Masahiro, Kusanagi Tsuyoshi, Inagaki Goro, y Kimura Takuya

KimuTaku en uno de los primeros doramas que lo catapultaron al estrellato: Long Vacation (1996)

A ver, a ver. ¿Entonces los Johnny's pusieron de moda la "belleza masculina"? Sí y no. No es que repentinamente los hombres japoneses hayan comenzado a preocuparse del cuidado de su cuerpo y de formas de potenciar su belleza. Tradicionalmente, por ejemplo, el vello corporal ha sido visto como sinónimo de barbarie, y no es de extrañar que los hombres se rasurasen desde tiempos lejanos, ni menos que los idols presenten una piel suave, desprovista de vello; además, el cuidado del cabello y de las cejas también forma parte de una tradición en la sociedad japonesa, como también el uso del maquillaje, o keshohin, que era de uso unisex durante el período Meiji. El cambio es, pues, que la preocupación por la belleza masculina ha renacido luego de un período de “adormecimiento” (digamos, durante el período post IIGM hasta finales de los ‘70), y hoy, en una sociedad de mercado, los hombres se han vuelto consumidores de su propia masculinidad. A diferencia de nuestra sociedad occidental, donde tal tendencia recién aparece tímidamente y aún no despojada de una apreciación exclusivamente femenina u homosexual, la sociedad japonesa generó una revolución a través de los idols, que significó una vuelta a los cánones de belleza que imperaban en tiempos remotos, aunque -claro está-, actualizados y claramente influenciados por el showbiz estadounidense.

El sostenido éxito de SMAP y KinKi Kids (quienes tienen el récord guiness por más singles en el puesto n°1 de los rankings desde su debut), la explosión que significó Arashi a diez años desde su debut (gracias a la popularidad de todos sus integrantes y su activa participación en televisión), los récords de asistencia que logró KAT-TUN en el Tokyo Dome y el éxito de NEWS como animadores de la teletón japonesa (24hrs terebi), como también la consolidación de Kimura Takuya y Yamashita Tomohisa (NEWS) como líderes del ráting (entre varios otros Johnny’s que también destacan como actores de doramas o de películas, como Okada Junnichi, Nagase Tomoya, Matsumoto Jun, Ninomiya Kazunari, entre varios), el hecho de que los Jyannis llenen las tiendas con revistas exclusivamente destinadas a ellos y publicaciones no-oficiales, con sus CD’s ocupando los más altos puestos del Ranking Oricon, y que además sus rostros figuen en campañas publicitarias de todo tipo; todo esto da cuenta del rol protagónico que tienen en la sociedad japonesa y en el cambio que se han producido en ella. No sólo surgen de éste y lo potencian, sino que además lo expanden: el fandom de Johnny’s Jimusho está consolidado en países como Taiwán, Corea del sur, China, Filipinas y Singapur, pero hoy también vemos que en varios países de Occidente aumentan las fans y su demanda por productos e incluso conciertos, que sólo se ha concretado con Tegomassu (Suecia) y pronto con Jin Akanishi (USA)
.

Japón, a pesar de que sus políticas de mercadeo internacional parecen bastante pobres –sino inexistentes-, está exportando un ideal de belleza, y Chile no se ha quedado atrás en la recepción de ello: Fruto de ello, múltiples grupos se han plegado al fenómeno Johnny’s, naciendo fanclubs o grupos de cosplay dance. Otro tema sería hablar de la copia del modelo idol-Johnny’s en diversos países, especialmente Corea del Sur y Taiwán.
Por ello, vale la pena ver tras sus sonrisas, sus doramas y sus hits, lo que se adivina como la clave a entender una de las aristas más interesantes de la sociedad japonesa contemporánea, esto es, los cambios culturales que aparecen como superficiales, netamente estéticos o remitidos a la moda, pero que están ligados a concepciones profundas arraigadas en su historia y en su idiosincrasia.


Johnny’s idols posando para AN’AN (especie de Cosmopolitan japonesa): Okada Junichi (V6), Matsumoto Jun (Arashi), Yamashita Tomohisa (NEWS) y Akanishi Jin (KAT-TUN).



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Fuentes.

IWABUCHI, Koichi. Feeling Asian modernities: transnational consumption of Japanese TV dramas. Hong Kong University Press, 2004. Documento disponible en Google Books.

ROBERSON, James E. y SUZUKI, NobUE (COMP). Men and masculinities in contemporary Japan: dislocating the salaryman doxa. Routledge, 2003. Documento disponible en Google Books.

ROBERTSON, Jennifer Ellen. A companion to the anthropology of Japan. Wiley-Blackwell, 2005. Documento disponible en Google Books.